El estreno de mi ayudante de cocina. Victor, el de Alba, jejeje.
Un amigo y nuevo vecino del pueblo de Alba de los Cardaños te dice que nunca ha subido al Espigüete… y ya está liada… hay que subir y cocinar, ya no hay duda.
Y allá fuimos, final del verano de 2.018 y con problemas físicos que no consiguieron dejarle en casa, Victor como un titán se junta con nosotros en el pilón de Cardaño de Abajo.
Vamos por la pista para subir por la pedrera sur directos a cumbre, con mi fiel compañero Goofy. Debido a los problemas físicos de Victor, dudamos varias veces si conseguiríamos hacer cumbre, pero en mero hecho de pensar que cuando llegues a cumbre una cervecita bien fría te espera, ayuda mucho… y por fin conseguimos llegar a la cumbre de uno de los colosos de nuestra Montaña Palentina, el Espigüete (2.451 m.).
Cuando llegamos encontramos a unos vecinos de Siero de la Reina, y a un vasco con un melocotón…cuando le hicimos un huevo frito y le dimos un poco de morcilla casera…casi se le saltan las lágrimas, jejeje.
Los vecinos de Siero, nos pidieron hacernos videos porque decían que cuando llegaran al pueblo, nadie les iba a creer sino había pruebas, que grandes!!!!
Pues nada, en la cumbre, y estrenamos por primera vez nuestros mandiles marca Mi Montaña Palentina, poco a poco nos íbamos metiendo en el papel de Chef…pero de altura sólo eh!!! En casa ni un filete, jajaja.
Nos celpamos un huevo frito casero de Alba y la morcilla casera de mis suegros, que pasada…desde el Espigüete y con la barriga llena, la vida se para un momento y sólo existe es disfrutar de ese momento, de esas vistas, cargas pilas para 2 semanas!!!!
Bajamos de nuevo por la cara Sur y tras una pista que se hace larga, tomar una cervecita en la «Panera» de Cardaño de Abajo no tiene precio…